Introducción
Como veremos en otro apartado, la Cirugía Plástica busca la integridad anatómica, funcional, estética y psíquica de las personas; por eso la Cirugía Plástica es Reparadora y Estética, o lo que es lo mismo Ciencia y Arte.
El hombre busca la belleza no sólo como forma de mejorar la apariencia, que es una puerta a la realización personal y social, sino que también en el plano espiritual quiere encontrar la belleza y con ella la verdad y la bondad. Decimos que la Cirugía Estética, rama inseparable de la Cirugía Plástica, es Estética en cuanto se preocupa por perfeccionar a la persona dentro de la normalidad fisiológica y proviene de un vocablo griego que quiere decir sensible.
La belleza es algo muy sencillo de contemplar pero muy difícil de definir. Según Platón es "el esplendor de lo verdadero" y llega a unir los conceptos de belleza y amor. Para Aristóteles es "todo lo que siendo bueno, es suave porque es bueno".
San Agustín defiende que "la unidad es la forma de la belleza" y son conceptos claves en su teoría la unidad, la igualdad, la proporción y el orden.
Para Santo Tomás lo bello "es todo objeto que visto o contemplado, causa deleite" y considera que la belleza objetiva incluye tres condiciones: Integridad o perfección del ser. Debida proporción o armonía. Luminosidad, claridad o brillantez.
Ahora bien los cánones o conceptos anatómicos de la belleza han variado a lo largo del tiempo y van desde los conceptos prehistóricos de la Venus de Willendorf, en la que vemos que difuminan la cara y resaltan las mamas y abdomen prominente destacando los criterios de procreación. El canon de belleza egipcio, véase las esculturas de Nefertiti, su esbeltez y los ojos destacados (quizá en exceso) es totalmente distinto y muy hierático. En Grecia los cánones optan más por la armonía en la forma y el equilibrio en las proporciones de todo el cuerpo. El arte romano estuvo muy ligado al griego, predominando más las cabezas y las caras. En el Renacimiento, se impone el esplendor de la armonía de la belleza del cuerpo humano. Así hasta la época contemporánea, que tiende a estilizar (quizá en exceso) la belleza de la silueta.
Por lo tanto la Cirugía Estética tiende a adaptar sus técnicas y tratamientos a los diferentes cánones. Nace a principios del siglo pasado con el perfeccionamiento de las técnicas quirúrgicas, anestésicas y de esterilización, para mejorar aspectos faciales (envejecimiento y arrugas) y nariz, la rinoplastia operación princeps de la cirugía estética, siendo el cirujano alemán Joseph el considerado padre de la cirugía estética nasal.
La demanda de cirugía estética está motivada por la disconformidad con la propia imagen corporal, ya sea por una deformidad anatómica o por la alteración que el paso del tiempo produce en la persona. La sociedad actual, sociedad del bienestar, habiendo resuelto las necesidades básicas del individuo, demanda mejor presencia es por esto que la cirugía estética constituye un importante fenómeno social. El médico no sólo debe curar, sino que conseguida la salud debe procurar que la vida sea más feliz y más dichosa; esto es lo que intenta la cirugía estética, mejorar la autoestima que facilita la integración social.
Así pues y en general, podemos agrupar las técnicas quirúrgicas de la Cirugía Estética en:
Generalidades
La sociedad del bienestar a la que pertenecemos, solucionados los problemas más básicos, aspira a obtener mejores resultados a problemas que han dejado de ser de salud básica y pasan a considerarse de estética.
La obtención de la belleza es algo innato al ser humano, lo mismo que la búsqueda de la felicidad.
El titulo oficial de nuestra especialidad es Cirugía Plástica, Estética y Reparadora desde hace seis años, ya que la incorporación del término “Estética” (que hemos reclamado desde hace muchos años) es reciente. No obstante la realización de la cirugía estética es algo que fue creado e impulsado por los cirujanos plásticos. Por lo tanto nosotros siempre diremos: “Cirugía Estética por Cirujanos Plásticos”.
Los avances tanto tecnológicos como anestesiológicos nos permiten poder realizar más intervenciones quirúrgicas en menos tiempo, con menos agresiones quirúrgicas y por tanto con menos riesgos que hace treinta años. Es por esto que los límites de la Cirugía Estética se van ampliando a terrenos que cuando yo empezaba la Especialidad (año 1970) eran poco menos que impensables o de ciencia ficción.
Se mantiene como norma general la mayoría de edad (no solo legal sino fisiológica) por encima de los dieciocho años de edad para poder recurrir a las intervenciones quirúrgicas; salvo en contadas ocasiones y siempre avaladas por cirujanos plásticos y psicólogos, cuando sea necesario.
Para realizar cualquier intervención quirúrgica se precisará la existencia de un Hospital y/o Clínica con Servicios generales, UVI, Reanimación, Hospital de Día, Sala de Despertar y todos aquellos servicios que puedan ser necesarios para resolver cualquier eventual complicación y, por supuesto, un Servicio de Anestesiología y la presencia directa de un Anestesista.
La publicidad engañosa es algo que nos debe obligar a rechazar sus servicios. Toda publicidad que ofrezca resultados milagro y/o maravillosos, que garantice resultados sin cirugía, sin dolor, que la primera consulta sea gratuita y no la realice un cirujano plástico, nos debe poner sobre aviso que seguro que detrás no estará un cirujano plástico miembro de la SECPRE.
No debemos olvidar que toda intervención quirúrgica comporta un riesgo, bien es verdad que la especialidad opera con pacientes sanos, que nuestras técnicas son de desarrollo más superficial, que las anestesias son más balanceadas y menos profundas, todo ello nos lleva a decir que no tienen porqué tener riesgos vitales y/o funcionales importantes.
Así podemos decir que los requisitos básicos que necesita un cirujano plástico para operar a sus pacientes son: