PEELING QUÍMICO"
En los casos que el envejecimiento se vea solamente por la existencia de finas arrugas faciales , el tratamiento más efectivo es el Peeling químico o la dermoabrasión química. El procedimiento consiste en la eliminación de las capas más superficiales de la piel para disminuir las arrugas. Puede utilizarse también para tratar las cicatrices pequeñas y superficiales, depresiones o irregularidades de la cara (secuelas de acné), las manchas e hiperqueratosis cutáneas. En el caso del Peeling químico se aplica una solución química a aquellas áreas de la cara que se desea tratar. La solución se puede aplicar a toda la cara o a algunas áreas especificas tales como boca y región de alrededor de los ojos o mejillas. La dermoabrasión consigue un efecto similar, pero en lugar de una solución química utiliza una fresa a modo de lija para eliminar las capas externas de la piel. El tipo de apósito que se coloca sobre la piel depende del procedimiento realizado y del cirujano. En general se forma una costra protectora que se irá desprendiendo a medida que se regenera la piel. Una vez que esta costra se haya caído, una epidermis nueva, de aspecto rosado, habrá reemplazado la capa superior de la piel, anteriormente provista de las arrugas finas. El eritema irá desapareciendo poco a poco y durante los primeros meses se puede camuflar utilizando correctores y/o maquillaje. No deberá exponerse al sol durante unos meses y deberá utilizar filtros solares, para evitar la aparición de discromías o alteraciones de la coloración de la piel. Aparte de las raras alteraciones postoperatorias de la pigmentación, inherentes a la calidad personal de la piel o secundarias a una exposición inadecuada al sol, puede ocurrir una infección de la zona tratada, dejando una cicatriz que requiera un tratamiento posterior. En la literatura sólo se han descrito unos pocos casos. El resultado del Peeling químico y de la dermoabrasión es muy satisfactorio y puede ser repetido al año o varios años después.